martes, 5 de febrero de 2019

Nuevos referentes femeninos con agenda.



   ¿Se han preguntado alguna vez porqué cuando una niña decide llevar la iniciativa y dar un paso adelante para liderar acciones que requieren la toma de decisiones suele encontrarse con el rechazo, la crítica o la burla de su entorno inmediato?. La palabra “mandona”, aunque tiene una connotación claramente peyorativa, sirve para definir a las niñas que toman la palabra y lideran sin miedo cualquier iniciativa, reto o juego que se les ponga por delante. Nuestra cultura de género lleva muy mal que las niñas sean resolutivas, contestatarias, decididas y con gran capacidad de liderazgo. De ahí que palabras como redichas o sabihondas nos suenen familiares cuando se utilizan para nombrar a las niñas que rompen la horma para las que no creen estar bien hechas.

Educar a las niñas para que interioricen que ellas tienen mucho que decir y construir en nuestra sociedad es fundamental, para que las mujeres del futuro asuman el protagonismo de sus vidas y de sus cuerpos no sólo en la esfera privada sino también pública. El espacio público es el lugar donde se toman las grandes decisiones que rigen y organizan nuestra sociedad en su conjunto. En las últimas décadas, las mujeres se han incorporado de forma masiva a la educación y al mercado laboral, pero los hombres, en su mayoría, no han contribuido de manera corresponsable al trabajo doméstico y de cuidados, por lo que éstas deben asumir una gran carga de trabajos si quieren seguir adelante con sus carreras profesionales. Una sociedad justa e igualitaria necesita referentes femeninos con agenda que se extiendan como una gran mancha de aceite en todos los ámbitos de nuestra cultura. Que las mujeres participen en la toma de decisiones aportando nuevas estrategias y puntos de vista que cambien las reglas del juego, facilitará la creación de un mundo más equitativo.
¡Las niñas de hoy serán las mujeres del mañana! Educar a las niñas en el emprendimiento, el liderazgo y la participación social y cultural contribuye al progreso. Por ello, podemos empezar por:
* Tener en cuenta a las niñas valorando y visibilizando sus logros y aportaciones.
* Erradicar conductas y expresiones sexistas que perpetúan la discriminación y la violencia contra las niñas y las mujeres. La palabra “nenaza” es un insulto. ¿Desde cuando ser niña es algo malo?.
* Invitar a las niñas a tomar la palabra en público y a que se lideren iniciativas individuales y colectivas.
* Promover debates de forma justa y equilibrada para que niños y niñas aprendan a hablar en público y a argumentar sus puntos de vista respetando los turnos de palabra y las opiniones ajenas. ¡Es importante que niñas y niños tengan su propia voz y se hagan oír por igual!.
* Nombrar a las niñas y a las mujeres porque son más de la mitad de la población mundial. El lenguaje no sexista es inclusivo y refleja una realidad diversa, justa e igualitaria.
* Promover relaciones igualitarias a través de juegos y del reparto no sexista de responsabilidades.
* Visibilizar la vida y obra de mujeres que son referentes con poderío en el mundo de la economía, la política, la empresa u otros espacios de poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario